Desde los inicios de ne&nu siempre tuvimos en mente la idea de hacer un día nuestra propia colección. Lo que al principio pareció una idea loca, poco a poco fue materializándose. Teníamos claro lo que queríamos, lo complicado era como llevarlo a cabo. Las prendas debían tener el sello personal de la marca, el aire boho debía estar presente y la seda sería la protagonista indiscutible. Con estos elementos los lanzamos a la búsqueda, una búsqueda que nos llevó a uno de los países más increíbles del mundo y que ha terminado impregnando toda la colección.
Meses antes de viajar a India comenzaron las negociaciones. Lo primero era encontrar un fabricante capaz de plasmar todo lo que teníamos en la cabeza, que no era poco. Era necesario que entendiese perfectamente el tipo de prendas que queríamos lanzar y lo más importante, que la seda que nos ofrecían, nuestro tejido estrella, fuese de la máxima calidad.
La diferencia horaria, pero sobre todo la empresarial, complicaron las primeras negociaciones. Queríamos estar seguras antes de llegar a Delhi y pedimos que nos mandasen muestras con los patrones que previamente les habíamos enviado. Sobre ellos comenzaron los cambios y las conversaciones eternas. Nada se podía dejar a la improvisación y cada detalle era importante.
En septiembre nos trasladamos a India con una maleta cargada de ideas y unas ganas infinitas de conocer por fin a la persona que se encargaría de mostrarnos los primeros resultados. Había llegado uno de los momentos más emocionantes, elegir in situ los estampados que conformarían la primera colección.
Fueron horas de visitas a las fábricas de seda, tocando los tejidos, comprobando las caídas, disfrutando con la belleza de sus colores, imaginando como serian aquellos metros de tela convertidos en faldas, vestidos, kimonos…
Cada negociación se convirtió en un pulso servido a base de té, cada desplazamiento en una aventura en tuk tuk bajo la lluvia intensa del otoño, cada elección en una apuesta y cada descarte en una mirada intensa de aquellos que no entendían como podíamos tener las ideas tan claras.
Regresamos a España impacientes, con el temor de haber dejado algo en el aire y con unas ganas infinitas de lanzar esta primera capsula. Lo que nunca imaginamos es que la acogida sería tan espectacular. Tan solo lleva unos días en el marcado y la habéis recibido con el mismo cariño con el que nosotras la creamos. Durante las próximas semanas os iremos mostrando el resto de la colección que es igual de bonita.
Namasté es el saludo y despedida en India. Una palabra que ya se ha quedado para siempre con nosotras, porque regresaremos, porque el sueño no acaba, porque este viaje continúa y solo esperamos que nos sigáis acompañando.
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